Las 16 mejores fotografías de Africanas en España recopiladas por El País.

Desde hace seis años, el concurso Africanas en España, de la Fundación Mujeres por África, elige y premia los mejores retratos de este colectivo. Para promover así un mejor y mayor conocimiento mutuo. Los autores de las 16 obras finalistas y ganadoras cuentan la historia detrás de cada una.

Entre todas las imágenes de todos/as los/as fotógrafos/as participantes en las distintas ediciones.  Han incluido el retrato por el que me galardonaron en la primera edición del concurso con el Accésit a la mejor fotografía en blanco y negro. Aquí su historia contada por Lola Hierro para Planeta Futuro.

«El rostro de esta fotografía corresponde a Moussokura Colubaly, mujer procedente de Malí que reside en Recas, Toledo, “un pequeño y encantador pueblo que acoge la mayor concentración maliense de España”, describe Demian Ortiz (Madrid, 1981), autor de la imagen. Ortiz, que es fotoperiodista profesional, visitó esta localidad en 2012 junto al reportero Ramón Lobo para realizar un reportaje que se titularía ‘Mali, capital Toledo’.

El objetivo era mostrar cómo esta comunidad seguía desde España, “con atención y angustiados”, las noticias que llegaban de la guerra en su país. “Mientras, desde aquí intentaban salir adelante en sus vidas, sufriendo a la vez la crisis económica y diversos problemas de racismo e integración”, explica Ortiz. De hecho, Moussokura contó a los periodistas que durante sus estudios en el instituto había sufrido episodios de discriminación. Por entonces tenía 19 años.

Concurso Áfricanas en España por Demian Ortiz en Planeta Futuro.

Ortiz recuerda bien el momento en que tomó la imagen, merecedora de un accésit en la primera edición del concurso Africanas en España, en 2013: “Pudimos conocer a su maravillosa familia. Sus padres, hermanos y amigos nos acogieron con gran calidez y cariño. Guardo un gran recuerdo de los más pequeños, porque les llamaba mucho la atención mi cámara y me hacían un montón de preguntas divertidas mientras trabajaba”.

 A Moussokura la fotografió en su habitación con sus objetos más queridos. “Mientras me enseñaba algunas camisetas de futbol, me percaté de que por la claraboya entraba una luz muy especial. Le pedí que, simplemente, diese un paso hacia mí, me miró a cámara y disparé. 

El corte de luz que generaba la ventana dibujaba una sombra a la altura del pelo, a la vez que resaltaba su amplia sonrisa, y sobre todo, una mirada de esperanza y vida. Eso es lo que buscaba destacar porque es lo que encontré durante el reportaje en todas las personas que fotografié: las ganas de lograr una vida mejor en la que entre otras cosas, no seas juzgado nunca por el color de tu piel.»

Como fotógrafo experto en retrato editorial y reportaje, Ortiz ha publicado su trabajo en distintos medios de comunicación. Y ha publicado un libro de retratos en blanco y negro titulado ‘Perdidos. Un lugar para encontrar’ sobre la generación perdida de la literatura española.